Resumen de

La leyenda del rey errante.

El libro trata sobre el príncipe de Kinda.

El príncipe quería ir a Uzkaz a concursar contra los mejores poetas del mundo. Su tío se lo negó y le propuso que hiciera un concurso en Kinda. Cuando acabó de proponerlo se presentó muchísima gente aparte de él y cuando los rawis acabaron de leer al rey, le dijeron el ganador al oído. La gente esperaba una respuesta y el rey dijo el ganador es Amir ibn hammad.

El príncipe se quedó de piedra. Pasado un año el príncipe volvió a proponer el concurso, como el año anterior después de que los rawis leyeran al rey le dijeron el ganador. El rey dijo: el ganador es Amir ibn hammad. El príncipe no se lo creía.

Pasado otro año el príncipe volvió a proponer el concurso por tercera vez pero aparte de que como todos los años el ganador recibiera un saco de oro también sería el archivero real. La plaza principal de Kinda se llenaba por tercera vez, pero el príncipe solo estaba nervioso por Amir ibn hammad que por cierto volvió a ganar. El príncipe le dio el saco de oro pero también le dijo que tenia que trabajar como archivero. Hammad, que era el padre de Amir, no quería pero al final aceptó y su primera tarea era ordenar toda la historia. Después de 3 años Hammad acabó. Hammad recordó al príncipe que le tenía que hacer una alfombra. El príncipe le dijo que la quería con toda la historia en la alfombra. Hammad la acabó en mucho tiempo y cuando la acabó murió.

Al príncipe le entraron remordimientos y lo que hizo fue irse a caminar por el desierto sin provisiones y sin nada, bueno si con su caballo que murió de esfuerzo. El príncipe siguió andando sin rumbo y se desmayó, un chico le recogió y le estuvo cuidando y el príncipe cuando se despertó le contó lo ocurrido y el chico lo entendió, le pregunto al príncipe que si sabía manejar la espada el príncipe dijo que sí y se unió a su grupo de bandidos. El chico todavía no se había dado cuenta de que era el príncipe. El príncipe preguntó, al cabo de un tiempo, a el Suluk que era el apodo del chico y jefe de la banda que como se llamaba realmente y le dijo: soy Amir ibn Hammad y en ese momento el príncipe le dijo que el era el príncipe Waild y Amir le quiso matar pero antes de matarlo le dijo que le contara como murió su padre. Después de contarlo, Amir ibn Hammad no le mató sino que le despidió de la banda. El siguió caminando y se encontró a una tribu de pastores de camellos. Ellos le acogieron y el líder empezó dándole 2 camellos que cuidaba bien y su camella tubo crías y entonces ya tenía 5 animales. El príncipe se había enamorado de la hija de el líder y ella de él.

Waild, o sea el príncipe, recordó que tenía que seguir en busca de la alfombra que había sido robada y la hija del líder le dijo que ella también iba. Entonces los dos siguieron en busca de la alfombra de Hammad.

Después de pasar por un pueblo llegaron a la ciudad de los ladrones, se hospedaron en un hotel y después el príncipe salió en busca de respuestas.

A Waild le pegaron una paliza y un señor le llevo a una casa. El príncipe estuvo tiempo desmayado. Al despertar le dijo que trabajaría aquí hasta que consiguiera pagar su favor.

La casa era inmensamente grande y el dueño era rico. Waild le contó quien era etc… pero también le contó que había hecho que Hammad muriese. El señor era el hijo mayor de Hammad y entonces le despidió.

Preguntaron en una taberna a un señor que donde se encontraba el rey de los ladrones y le dieron unas monedillas y les dijo que donde estaba.

Fueron a una casa a las afueras un poco destartalada y al entrar le vieron, era el rey de los ladrones. Estaba ciego y dijo a Waild que la alfombra no estaba pero Zhara que era su novia si la vio estaba en una esquina de la casa. Zhara la cogió y se fueron donde estaba Amir ibn Hammad el le dijo a Waild que le mataría si se volvieran a encontrar Waild le entregó la alfombra y Amir le clavó su espada.

Iago Ezquerra Herrero